La complejidad de la cadena alimentaria es cada vez mayor y requiere la colaboración del sector público y privado para resolver los retos planteados, entre los que destacan garantizar la calidad, la seguridad alimentaria y la protección medioambiental.
Todo ello nos exige disponer de medios de información y comunicación cada vez más innovadores que identifiquen los productos y les hagan un seguimiento desde su origen (trazabilidad) adecuado.
¿Cómo se lleva a cabo desde Manzanilla Olive,esta novedosa gestión de la Trazabilidad?
Cada vez que un agricultor nos entrega sus aceitunas, datos sobre su finca, manejo, etc., son registrados e incorporados en una base de datos.
Esta información va a acompañar al producto a lo largo de todo el proceso de transformación hasta su envasado final, identificando cada lata o frasco que sale de nuestras instalaciones.
Llegados a este punto, ya sabemos de dónde vienen y cómo se han producido las aceitunas que recibimos, sólo tendremos que leer el código QR del envase que llevará a una web donde se introduce el número de lote del producto, y en una sola pantalla podrás visualizar la finca de olivar y el municipio sevillano de donde proceden las aceitunas.
Desde la óptica del funcionamiento, la trazabilidad permite un mejor seguimiento y control de producto, evitando fraudes al identificar sus características y procesos aplicados. Una buena forma de controlar los robos en el campo y garantizar al consumidor el producto final.
Nuestro proyecto de gestión de la trazabilidad de aceitunas de mesa que elaboramos, recibe el nombre de TrazaOlive, y que gracias al mismo podrás conocer, de forma instantánea, la historia de las aceitunas Manzanilla Olive que estás comiendo, y lo que es más importante, estar seguro de que son las auténticas aceitunas de Sevilla.